El Ayuntamiento de Xixona, a través de la Concejalía de Urbanismo, está dando los pasos necesarios para realizar una modificación en el PGOU de la localidad que posibilite la instalación de ascensores en la parte exterior de edificios antiguos que no disponen de ellos y que, por sus características, no tienen la opción de colocarlos en el interior.
En concreto, la medida se aplicará en los barrios de María Verdú, Almarx y Sagrada Familia, donde la mayor parte de los edificios están en esa situación. También se trabaja en soluciones para el casco antiguo, aunque en este caso tendrán una normativa adaptada a las características particulares de la zona.
La concejal de Urbanismo, María Teresa Carbonell, explica que “uno de los objetivos prioritarios del consistorio es la eliminación progresiva de todas las barreras arquitectónicas para mejorar la calidad de vida de los vecinos, especialmente de las personas mayores y de aquellas que tengan problemas de movilidad”. Añade la edil que “en dos de estos barrios ya se han adaptado las aceras y ahora vamos a dar un pasó más para que sus viviendas sean más accesibles”.
Actualmente, la normativa vigente impide instalar ascensores exteriores, pero con la modificación sí se podrá hacer, permitiendo que se invada una parte de la vía pública. Para ello, deberán cumplir con diferentes requisitos comunes según la zona del municipio en la que estén los edificios. De hecho, en cada barrio se exigirá un estudio de integración paisajística previamente aprobado por el pleno del Ayuntamiento.
La instalación estará sujeta a diferentes condicionantes técnicos. Entre otros, el consistorio será el encargado de evaluar la viabilidad de las modificaciones que afecten a las calles para garantizar la total accesibilidad y que el peatón sigue disponiendo del espacio necesario para transitar.
El procedimiento para impulsar esta modificación se encuentra en una fase muy avanzada, después de que el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) anunciara la aprobación del informe ambiental que se exigía para poder continuar con el proceso y de que el pleno haya aprobado el expediente de modificación, que ahora pasará a estar en exposición pública durante 45 días. Posteriormente, resueltas las alegaciones que pueda haber, tendrá que aprobarse definitivamente por el pleno del Ayuntamiento.