Jun 4, 2024

Los trabajos para el replanteamiento urbanístico del Cantó de Colometa y la futura plaza de la iglesia se encuentran actualmente pausados, al no haber dado todavía la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio y la Conselleria de Cultura y Deporte el visto bueno a la modificación del suelo, que actualmente es para uso residencial y debe cambiar su calificación a la de suelo para uso dotacional.

La concejal de Urbanismo y Obras Públicas, María Teresa Carbonell, ha recalcado que “el consistorio tiene mucho interés en sacar adelante estos proyectos porque van a permitir cambiar por completo dos zonas muy céntricas y hacerlas mucho más accesibles y amables para los ciudadanos”.

En el momento en el que la administración autonómica dé luz verde a la modificación, el Ayuntamiento podrá encargar la redacción de los proyectos definitivos para ambas actuaciones, de las que ya se conoce un primer anteproyecto para el Cantó de Colometa y una propuesta de diseño del espacio para la plaza de la iglesia. Ambos documentos preliminares fueron presentados y debatidos el año pasado en unas jornadas participativas abiertas a la ciudadanía.

En lo referente a la zona de la iglesia, el Ayuntamiento ya ha ejecutado la demolición de siete de las ocho viviendas que dejarán su sitio a la nueva plaza. Las siete habían sido declaradas en ruina y se está a la espera de que la Conselleria de Cultura y Deporte haga lo mismo con la octava para proceder a su derribo.

En cuanto al Cantó de Colometa, actualmente se está llevando a cabo una limpieza intensiva de la parcela y se va a impermeabilizar la pared medianera para evitar molestias a los vecinos. En ese espacio está previsto hacer accesible el gran desnivel existente entre las calles Alcoi y Terradets mediante la colocación de una rampa en el primer tramo y un ascensor en la parte más alta. También se contempla crear una pequeña plaza y ensanchar las aceras y la calzada de la calle Alcoi.

En la plaza de la iglesia también habrá sustanciales mejoras en accesibilidad, ya que se colocará una rampa para salvar la altura entre las calles de La Vila y Abadia, donde actualmente solo hay escaleras. También se prevé la colocación de otro ascensor.

“En ambos casos, por tanto, se amplía la superficie destinada a uso público, se gana espacio para las personas, y se gana en calidad de vida”, ha destacado la concejal Carbonell.

El aprovechamiento de estas zonas está contemplado en el Plan de Regeneración del Casco Histórico de Xixona, que se aprobó por el Pleno en 2018 y que recoge más de 30 actuaciones estratégicas, con una inversión prevista de 7 millones de euros. El Plan se elaboró después de un proceso participativo que recogió las opiniones y demandas de la ciudadanía.

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