Dos meses después de celebrar por todo lo alto las fiestas patronales de moros y cristianos, Xixona volverá a salir a la calle este próximo fin de semana con motivo de las fiestas de los heladeros, en las que los protagonistas son los trabajadores del sector que, durante el verano, están fuera de la localidad y no tienen oportunidad de participar en las fiestas de agosto. Este fue, de hecho, el motivo que llevó a la creación de estas fiestas en 1978.
Los actos empezaron ya la pasada semana con el concierto de proclamación de capitanes, en el que la Agrupació Artísticomusical El Trabajo de Xixona deleitó al público con un repertorio de música festera. El viernes a mediodía se retomarán con un pasacalle por el centro de la localidad y los primeros desfiles de las fiestas. Por la noche tendrá lugar la retreta, en la que cada una de las filaes elige un tema para disfrazarse y protagonizar unos momentos de diversión y desinhibición.
Los dos días grandes serán el sábado y el domingo, con un amplio programa de actos que se desarrollarán desde primera hora del día hasta la madrugada. La jornada del sábado arrancará con la presentación de las bandas que acompañarán a las diferentes filaes. En este acto se hará la interpretación conjunta del himno «Fiesta en Jijona», dirigido en esta ocasión por Héctor Llorca, profesor y director de la Colla de dolçainers i tabaleters Els Arreplegats de Xixona.
A media mañana, tras la embajada humorística, empezará la entrada del heladero, que tiene la particularidad de que los festeros desfilan con una vestimenta inspirada en la que es habitual en sus puestos de trabajo. Tras este acto, se hará el popular reparto de helados delante del Ayuntamiento.
Por la tarde tendrá lugar el acto más esperado por festeros y público: la entrada. Este año los grandes protagonistas serán los Califas, que ostentan la capitanía con Juan López y Agustín Mira como capitán y abanderado, respectivamente. Las otras filaes que integran la fiesta son los Almohades-Moros Blaus, los Templarios y los Almogávares. Todos ellos comparten sede social en la kábila de los heladeros, situada en la calle de Mallorca, y que será escenario de la fiesta nocturna tras los desfiles tanto el viernes como el sábado.
El domingo será también un día muy completo en cuanto a actos. Por la mañana, destacan la embajada del moro, una cita imprescindible en la fiesta de moros y cristianos, y la ofrenda floral, un acto visualmente muy atractivo porque se pueden ver muchos de los trajes típicos de las localidades de destino de los heladeros jijonencos.
Por la tarde se vivirá la segunda entrega de la embajada y el alzamiento de capitanes, para culminar las fiestas con la procesión y un castillo de fuegos artificiales.