El Ayuntamiento de Xixona invertirá 965.000 euros en la rehabilitación y reedificación de 22 inmuebles situados en el núcleo antiguo de la localidad. Se trata de una partida incluida dentro de las ARRUR (Ayudas para Áreas de Regeneración y Renovación Urbana y Rural) que se otorgan en colaboración con otras entidades como el Ministerio de Vivienda o la Generalitat Valenciana.
En total, se destinará 1.554.000 euros para los propietarios de viviendas de la zona histórica de Xixona. De esa cantidad, el consistorio jijonenco aportará más del 60%.
María Teresa Carbonell, concejala de Urbanismo ha declarado que para el equipo de gobierno “es una prioridad mantener y renovar el casco antiguo, así como mejorar los servicios y la calidad de vida de los vecinos que residen en él”.
Carbonell ha explicado que “las ayudas se destinarán a cubrir directamente hasta el 95% de los costes de las obras, tanto de rehabilitación de las viviendas como de reedificación en los casos en los que sea necesario demoler y volver a construir los inmuebles”.
La gran ventaja de estas aportaciones económicas es que se pagan directamente a los profesionales que realizan las obras, “de manera que los propietarios no tienen que adelantar el dinero, ya que en muchos casos no disponen de liquidez para hacerlo”, indica la concejala.
El total de edificios beneficiados con estas subvenciones asciende a 22 y están situados en las calles Abadia, Colomers, Font Nova, La Vila, Nou, Raval, Ricard Ayela, Santa Ana, Sant Antoni y Trinquet. La mayoría de viviendas son las residencias habituales de los propietarios y necesitan mejoras de accesibilidad o eficiencia energética, pero otras son inmuebles que requieren de actuaciones más profundas para poder ser habitadas. El Ayuntamiento asumirá el coste de la rehabilitación de una de las casas para convertirla en vivienda social.
Además de estas ayudas para la rehabilitación y reconstrucción de edificios particulares, el consistorio está implementando proyectos de mejoras en lugares clave del entorno histórico, como son los de la creación de una plaza delante de la iglesia o el replanteamiento urbanístico en el cantó de Colometa.
“En ambos casos se trata de mejor la accesibilidad, a través de rampas y ascensores urbanos, además de crear nuevos espacios atractivos y cómodos para los vecinos, subraya Carbonell.
El aprovechamiento de estas zonas para mejorar la movilidad es algo que el Ayuntamiento contempla en el Plan de Regeneración del Casco Antiguo de Xixona, aprobado en pleno en 2018
y que recoge más de 30 actuaciones con una inversión prevista de 7 millones de euros. Una de ellas está en estos momentos en licitación y se trata de la reposición de las redes de abastecimiento y saneamiento en las calles Colomers y Sant Pasqual, junto a la implantación de la recogida de pluviales.